¿Cuál es la forma correcta de abrigar la cama? Hay mucha gente que le mete peso a la cama. Muchas frazadas, pero a la larga hace que no sea tan confortable el dormir.
No me atrevería a decir qué es lo correcto, pues todo depende del gusto de cada uno y de cómo te sientes más cómodo a la hora de dormir, pero sí existen estudios importantes que demuestran que entre lo principal para un buen dormir está tener ropa de cama apropiados y que ayuden a lograr una temperatura adecuada (va entre 16 – 20°C). Así, estudios hechos por Woolmark, evidencian que la lana regula la temperatura corporal, favoreciendo un ambiente térmico ideal para dormir. Esto se complementa con que, para tener este ambiente cálido y confortable, es fundamental usar ropa de cama con fibras naturales que permitan salir la humedad que el cuerpo bota constantemente, y así, no despertar mojados. Además, usar capas sin sobrecargar la cama. Una cama ligera, cálida y transpirable ayuda significativamente la calidad del sueño.
De esta forma, se debe empezar con sábanas de algodón, tanto la inferior como la superior. Mínimo 50% de algodón para que mantenga sus propiedades. Luego de la sábana superior, una o dos frazadas de lana virgen (ideal que su composición sea 50% o más de lana virgen). También se puede reemplazar una de las frazadas por un plumón (importante que sea de pluma natural y que la tela del plumón y su funda, sean de, al menos, 50% de algodón, ya que de lo contrario, perdemos toda la calidad del plumón) y por último una colcha de algodón o cubrecamas, también de algodón, pero eso ya es mas bien decorativo. Es más recomendable usar dos frazadas antes que un plumón, ya que, en caso de tener calor, es posible echar una frazada hacia atrás y así podemos ir regulando nuestra temperatura. Con el plumón esto no es posible y si te da calor en la noche, no hay opción de regulación. Así, tenemos una capa más. Con respecto al peso de la ropa de cama, es opcional. Hay estudios que muestran que existen personas que se sienten mejor con ropa de cama pesada, pues los conforma y se sienten contenidos, mientras que hay personas que no soportan mucho peso a la hora de dormir y prefieren lo liviano. Por lo general, y en mi experiencia, la mayoría de nuestros clientes usan dos frazadas de lana virgen. Su calidad superior hace que sean muy térmicas y aislantes, adaptándose a la temperatura según el cuerpo de cada persona. Tienen el peso ideal. Si te gusta algo más pesado, puedes agregarle una más o si prefieres algo más liviano, puedes usar una y no vas a pasar frío, o puedes agregarle un plumón. La gracia de usar frazadas de lana es que te da varias opciones a la hora de regular la temperatura de tu cama.
